Este nuevo dispositivo de Google, que podemos enmarcar dentro de la categoría de “TV box”, ha generado un enorme hype en Internet debido a su gran potencial, precio asequible (al menos para nuestros amigos del norte del continente que es el único lugar donde “oficialmente” está a la venta) y principalmente por el soporte de un gigante como Google. Pero no todo es color de rosa, ya que por más raro que suene, aún está dentro de la fase de prueba y posee ciertas limitaciones. Pero antes de hablar sobre todo esto, veamos qué es este dispositivo y para qué sirve.
¿Qué es el Chromecast?
La idea detrás de este pequeño gigante, es la de hacer posible la reproducción de contenidos de Internet en nuestras TV’s, tratando de simplificar el acceso a multimedia en línea de sitios como YouTube, Netflix, Hulu, entre otros. Aunque la oferta de aplicaciones y funciones aún es muy limitada, tiene un gran potencial para convertirse en una excelente opción para renovar alguna TV que tengamos en casa con el sólo requisito de que tenga HDMI y así otorgarle varias de las funciones de los smart TV`s.
¿Cómo funciona?
El Chromecast es un dispositivo muy simple, mediante un módulo Wi-Fi se conecta a Internet y con un pequeño y modesto SoC (System on a Chip) decodifica y transmite video por medio de un conector HDMI.
La instalación es muy sencilla, tan solo hace falta conectar el dispositivo al televisor y darle alimentación eléctrica por medio del cable USB; ya sea desde el mismo TV si es que posee, o desde el transformador a pared incluído en la caja. Una vez hecho esto, solo debemos conseguir la aplicación de instalación, disponible para PC’s o Smartphones, que nos pedirá introducir la contraseña de nuestra red Wi-Fi y otorgarle un nombre al Chromecast. Y eso es todo, ya estamos listos para empezar a reproducir todo el contenido que queramos.
El uso en sí es muy simple, cualquiera con una pequeña idea de como manejarse con un teléfono o en una PC puede manejarlo en tan solo cinco minutos.
Chromecast es compatible con la tecnología HDMI-CEC que permite controlar un dispositivo por medio de la conexión HDMI. Esto, por ejemplo, posibilita que al activar el Chromecast, este le “comande” al TV cambiar el medio de entrada a HDMI sin tener que usar el control remoto. Por otro lado, nadie sabe qué otras interesantes funciones puedan aprovechar con esto los desarrolladores una vez liberado el SDK final. Por ahora, con el Chromecast, es posible desde la app de Netflix de nuestro smartphone controlar y pausar un video o reproducir cualquier capítulo.
Conclusión
Si bien todavía no ha cruzado las fronteras de EE.UU, ya es posible adquirir una unidad aunque no a un precio tan atractivo como los U$D 35 que anunció Google. Aún así, con las posibilidades que abre, veo muy factible que en vez de un Smart TV, en un futuro la gente prefiera un buen TV LED con HDMI y expandirlo con este u otro gadget similar.
Si como yo, son asiduos a ver videos de YouTube, usuarios de Netflix o alguno de los otros servicios compatibles, o simplemente están cansados de la TV normal, el Chromecast es casi un “must”. En otras palabras, es una excelente compra con grandes posibilidades de expansión. Gracias a su fácil instalación y sencillo uso, este dispositivo tiene un gran futuro por delante.
